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ENRIQUE GARCÍA DE SOTO Y LUIS ABARCA GANAN EL TROFEO GIPSY

El fuerte viento del sur, que sobrepasaba los 25 nudos de intensidad, impidió la celebración de la jornada final del Trofeo Gipsy, organizado por el Real Club Marítimo de Santander, y que estaba programado para los días 8, 13 y 20 de noviembre; y 4, 11 y 18 de diciembre.

 

Unas veces por poco viento, como sucedió la semana pasada, y otras por mucho, como lo que ha soplado hoy, han dejado en tierra al Snipe santanderino,  que desde el mes de Octubre solo ha podido navegar en tres ocasiones.

 

Las regatas en esta época, y hasta pasado el mes de marzo, están supeditadas, como siempre, a las condiciones meteorológicas, que son las que mandan en este deporte, siendo lo normal en esta época,  que el viento, o no llegue al mínimo necesario para poder competir, o que se pase de la intensidad máxima que las embarcaciones permiten y que están especificadas en sus reglas de clase.

 

En Santander, en donde la bahía, que por una parte  proporciona un refugio ante las inclemencias meteorológicas, por otra parte tiene el gravísimo inconveniente de que a media marea no hay agua suficiente para navegar fuera de la canal de navegación; siendo el único puerto en nuestro país en donde se celebran regatas en las que los participantes navegan por la canal, lo que sucede siempre que las condiciones de la marea no permiten navegar en los arenales del Sur de la misma.

 

Con la subida desproporcionada, el 200% en la explanada y el 161,9% en la duna, de los costes de almacenamiento de las embarcaciones en la explanada y en la duna, a la que semana tras semana bajan la mayoría de los regatistas para regatear, esta imposibilidad de navegar debido a causas ajenas a su voluntad, ha llevado a que a algunos se les pase un recibo por el importe máximo propuesto este año por la Junta Directiva y acordado por la Asamblea, en la que tan solo uno de los asistentes usaba ese servicio, no siendo tampoco comprensible que al que tenga una embarcación de vela Ligera para el solo disfrute de la misma, simplemente para navegar a vela y no para participar en regatas, se le cobre el máximo acordado este año, lo que no tiene sentido, y menos en una entidad que tiene por objeto la promoción y practica en actividades y competiciones deportivas náuticas.

 

Con el cariz que hoy presentaba la bahía, en donde era imposible el competir, y con un parte que preveía un aumento de la intensidad el viento a partir de la 12 horas, los snipistas  precedieron a  revisar las trincas de sus embarcaciones, se felicitaron las pascuas y el año nuevo y abandonaron el “Casetón” citándose para el próximo año en el que el Snipe, conocido en Santander como “La Laguneja” volverá a navegar, cumpliendo sus 88 años de existencia en el RCMS y sobre la bahía santanderina;  informando al  Comité de su marcha para que no esperasen más en la motora, felicitándole las pascuas.